ES EL TIEMPO DE LOS PUEBLOS, PESE A QUIEN LE PESE. A PROPÓSITO DEL COLUMNISTA RACISTA Martín Banús

A PROPÓSITO DEL COLUMNISTA Martín Banús  DEL PERIÓDICO LA HORA.

Por:

Francisco Mateo

Con plena impunidad y complicidad, el diario LA HORA permitió que el señor Martin Banus publicara una columna con el titulo EL INDIGENA FEO, haciendo ver que los indígenas somos los responsables del atraso de este país,  tesis que se manejo institucionalmente en los siglos pasados.

Afortunadamente  estas opiniones racistas de un tipo retrogrado y enfermo mental como Martín Banús ya no trascienden, porque son vacías y se sustentan en el odio.  Para bien, nuestra sociedad paulatinamente ha ido superando esta  manipulación histórica del racismo como instrumento de dominación establecido por la oligarquía criolla.

Los pueblos indígenas aceptamos que adolecemos de unidad interna, no hemos sido capaces de reconstruir nuestra propia historia. Son más de quinientos años de opresión, de dominación epistémica eurocentrica, el malinchismo está vigente entre nosotros.

Pero en este caso,  no se vale buscar justificaciones perversas para desconocer  las consecuencias del sometimiento y despojo sistemático  de nuestros pueblos,  desde la invasión española hasta la fecha con la imposición del modelo extractivista; tampoco debemos negar que la crisis aguda institucional que padecemos en Guatemala, tiene que ver con la imposición de un ESTADO colonial, excluyente y racista, un  sistema republicano perverso que ha desconocido nuestra existencia.

Retrógrados como el señor  Martin Banus  nunca van a reconocer que gracias a la cultura milenaria del pueblo maya, Guatemala tiene un reconocimiento importante a nivel planetario, miles de turistas se han interesado en conocer nuestra riqueza cultural y natural y con su visita  generan grandes divisas para el país;  por otro lado, son precisamente los indígenas y mestizos migrantes quienes sostienen la economía nacional con las remesas familiares;  gracias a los conocimientos ancestrales y científicos de nuestros pueblos, la medicina natural, la gastronomía ancestral y la ciencia cuántica, siguen siendo una alternativa frente a este modelo económico de consumo.  

A pesar de la opresión histórica; los pueblos originarios  hemos luchado incansablemente para salir adelante, prueba de ello somos cooperativistas  productores de café, miel y hortalizas, manejamos el mercado local desde nuestro sistema propio de sobrevivencia, somos comerciantes milenarios, hermanos nuestros a pesar de su condición de migrantes han llegado a ser empresarios exitosos y catedráticos en universidades de EEUU, hoy en día  estamos debatiendo en universidades  del país nuestro cosmopensar como pueblos originarios. 

Nuestro pueblo está recuperando su dignidad y memoria histórica,   luchamos en las calles para exigir derechos, fortalecemos nuestras autonomías territoriales para la búsqueda del bien vivir, hemos ejercido nuestra libre determinación por la defensa de nuestros bienes naturales y territorio, reconstituimos formas genuinas de organización social para autogobernarnos, estamos demostrando con las consultas comunitarias nuestra vocación pacifica y democrática para tomar decisiones.

Estamos librando el camino hacia la construcción de un ESTADO PLURINACIONAL, DEMOCRATICO, PROGRESISTA Y DESCOLONIZADO.  Es el tiempo de los pueblos, le pese a quien le pese.